El Carmen de Rojas, tu campo en Argentina. Alojamiento rural

Imagen del sitio

UN POCO DE HISTORIA

El nombre de "El Carmen de Rojas" data de 1837.

El primer dueño de sus tierras fue Juan Evangelista Cano Castro, quien obtuvo en enfiteusis grandes extensiones de tierra, las que mensura, entre 1826 y 1838. En 1839 recibe la escritura de 20.978 has. Juan estaba casado con Carmen Díaz Vélez, con quien tuvo varios hijos. En 1866, Carmen solicita la mensura de las tierras recibidas por la menor Susana Cano, hija natural de Marciano Cano, quien la reconoce por testamento, haciéndola partícipe de sus bienes. Susana hereda una fracción de 5.408 has donde se encontraban varios puestos, entre ellos, "El Carmen".

Su casa principal tuvo tres etapas de construcción: la parte más antigua data de 1850, fue ampliada en 1870 y reformada en 1910 a su estado actual. En 1915 los hermanos Otto Eduardo y Federico Otto Bemberg adquieren la estancia y crean la "Colonia El Carmen".

Más adelante, fue expropiada por el Banco de la Nación Argentina el día 17 de septiembre de 1948 (por decreto N° 27.842), dividiendo sus más de 5000 has..

(Agradecemos los datos brindados por el investigador Marcelo E. Álvarez Herrera)

Imagen del casco de noche

El casco a la luz de la Vía Láctea

La propuesta del alojamiento rural es disfrutar de otra historia del campo argentino

MI HISTORIA PERSONAL

Mi nombre es Marian Solveyra, y heredé el campo de mamá, Randi Rostad, que era noruega.

Viví acá hasta los cinco años, cuándo nos mudamos a Buenos Aires para que yo fuera a un colegio inglés. Odié pasar del campo a un departamento en Belgrano. Siempre quise volver. Estudié en el Colegio Northlands de Olivos. De todas maneras, gracias a que mi papá Guillermo Solveyra, tenía aquí un haras de caballos de carrera –que funcionó hasta 1998–, volvía en tren todos los fines de semana.

Soy paisajista y profesora de inglés y les quiero compartir “la parte triste” que pasó con mamá hace 20 años. Mamá estaba instalada en el campo cuando la asesinaron de forma totalmente inesperada y en circunstancias que aún hoy no fueron esclarecidas del todo. Yo estaba embarazada de Isabella y con todo el dolor a cuestas, me hice cargo del establecimiento. Ya mamá estaba separada de mi padre, Solveyra. Y desde aquel momento, como hija única y heredera del campo, arriendo la parte productiva. Además, desde enero del 2021 decidí abrir las puertas para recibir huéspedes.

Sembrado de trigo

Asómate a tu descanso, por un instante